Antonio Fernández Alba es un Arquitecto español nacido en 1927 en Salamanca. Arquitecto inquieto desde su juventud, participó de las corrientes vanguardistas de los años 50 y 60.
Acepta el pasado y la tradición pero no la repite. Defiende la imaginación y la reflexión frente al proyecto pero no importa, lo desprecia. Su obra muestra una búsqueda de nuevas formas, acorde a la función, y con alguna crítica al pensamiento y al arte de su tiempo.
Antonio Fernández Alba Se graduó en 1957 en la Escuela de Arquitectura de Madrid, y se sumó a la plana docente de dicha universidad en 1959.
Se le otorga desde la etapa como estudiante (premio del Museo de Arte Contemporáneo, 1953) hasta la madurez (premio Olaguibel, 1979) , siendo los más importantes el premio nacional de arquitectura en 1963 y la medalla de oro de la arquitectura 2002.
Asimismo, ha escrito varios libros y realizado numerosas exposiciones en España (Madrid, Sevilla) e Italia (Roma, Milán).
La arquitectura de Salamanca ha sido influenciada por arquitectos como Frank Lloyd Wright y Alvar Aalto. Así se aprecia en obras como el Monfort College de Loeches (Madrid) y su proyecto de edificio administrativo en el Paseo de la Castellana (Madrid), respectivamente.
El Colegio Montfort (1964-1965) se encuentra en una pequeña colina frente a la ciudad de Loeches, Madrid.
El predominio de la horizontal, las cubiertas a dos aguas con poca inclinación, las estancias knuried, la sucesión de ventanas formando una sola franja horizontal y la edificación de apoyo en un sótano mayor, son claras influencias wrightianas.
El uso de un solo material (ladrillo) nos hace entender mejor la construcción de manera unida. Con ello, el arquitecto Antonio Fernández Alba tiene una temática de contacto con la arquitectura vernácula, pero tratándola con rigor.
El principal criterio de Antonio Fernández Alba es la movilidad, basado siempre en la arquitectura orgánica
Contenido
Biblioteca del Instituto de Cultura Hispanica de Madrid por Antonio Fernández Alba
Paralelamente se proyecta una biblioteca para el Instituto de Cultura Hispanica de Madrid. Antonio Fernández Alba empieza a desarrollar los techos en forma de bóveda de cañón y las formas limpias, curvas y planas.
Se aboca a la Casa de la Cultura en 1966 en Vitoria (construida en 1972) donde volvemos a ver que Antonio Fernández Alba maneja tanto las formas redondeadas como los bordes afilados.
Otro parámetro que nos vuelve a repetir es la construcción de elementos estructurales de hormigón. La casa se concibe como una extensión del parque al que se adjunta.
El Ladrillo en los diseños de Antonio Fernández Alba
Vuelta al ladrillo con la biblioteca del Centro de Cooperación Iberoamericana (proyecto, 1966. Construcción, 1977) para continuar con el hormigón al exterior en el colegio mayor Hernán Cortés de Salamanca (1970).
Destaca la fachada, con volúmenes claros, contundentes y pesados. Situada en las proximidades de la muralla, sus formas constituyen una auténtica prolongación del recinto amurallado.
Los mismos parámetros, esta vez combinados con cubiertas en forma de bóveda de cañón, se manifestaron en el proyecto del Spanish Trade Centre de Londres (1974).
Entre sus últimos edificios destacan el centro de datos del Instituto Geográfico Nacional (Madrid, 1975-1978), el proyecto del Centro Nacional de Discapacitados en Pozuelo de Alarcón (Madrid, 1978) y el regreso del Jardín Botánico de Madrid (iniciado en 1979). ).
En el Jardín se desarrollan dos edificios: Fernández Alba restaura la antigua bandera de Villanueva y realiza un nuevo Pabellón, diseñado para albergar diversas plantas (esta mayoritariamente de vidrio).
En cuanto al jardín, Antonio Fernández Alba realiza una organización por parterres regulares, con dos ejes perpendiculares que dividen el terreno en cuatro zonas, dispuestas en una serie de terrazas a medida que desciende el terreno.
El antiguo Pabellón se encuentra al final del jardín a un lado del nuevo Pabellón de Cristal.
Premiaciones de Antonio Fernández Alba
En diciembre de 2004 fue elegido para la Cátedra «o» de la Real Academia Española de la Lengua. Tras su nombramiento, Antonio Fernández Alba manifestó su deseo de llevar a la institución «la voz de la ciudad, que es el lugar donde se crean las palabras».
En marzo de 2005 fue galardonado con el premio nacional de arquitectura al conjunto de su obra. El premio fue otorgado, según el jurado, «a una vida profesional dedicada a la arquitectura
Por una obra que ha ido creando ciudad para que los ciudadanos tengan calidad en los edificios».
Este reconocimiento fue refrendado en marzo de 2006, cuando Fernández Alba ingresó en la Real Academia de la Lengua, primer arquitecto que ingresó en dicha institución
En su discurso reflexionó sobre el lenguaje y el cambio urbano, y brindó una visión melancólica de la ciudad.
La Arquitectura Orgánica
Es un concepto en el que basa sus diseños Fernández Alba y aquí hablaremos un poco de ella
La idea detrás de la arquitectura orgánica es poner la vida humana, la naturaleza y el entorno construido al mismo nivel y construir un ecosistema sostenible donde todos los componentes se apoyen entre sí y prosperen como resultado.
Esta forma de arquitectura se puede distinguir de los estilos más tradicionales por sus características peculiares.
Entre sus conceptos centrales está la idea de que los edificios, como cualquier organismo vivo, deben crecer desde su entorno y adaptarse a él.
Por lo tanto, la estructura debe diseñarse como si hubiera sido moldeada por la naturaleza para y desde ese paisaje. Asimismo, el esquema de color debe derivar de campos y bosques para combinar con los elementos de la naturaleza.
Otro componente clave de este estilo arquitectónico es la sencillez. Los espacios abiertos se valoran a medida que se reduce la cantidad de habitaciones.
El mobiliario se incorpora al conjunto estructural, mientras que las puertas y ventanas cumplen una función igualmente estética y práctica.
Finalmente, el estilo general del edificio está destinado a reflejar la personalidad distintiva de la persona con la que está asociado , proporcionando a cada propiedad su encanto único.
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Hay muchas interpretaciones de la arquitectura orgánica en la actualidad. Si bien algunos argumentan que se define por la conexión entre el interior y el exterior y la práctica de geometrías vegetales abstractas, otros lo perciben como una forma de arquitectura incrustada en las formas y principios de la naturaleza.
Algunos afirman que se basa en la yuxtaposición de materiales naturales y modernos, otros siguen la visión de Wright de contrastes y volúmenes interpenetrados.