Desde que apareció el nuevo virus denominado SARS-CoV-2, el mundo que conocíamos cambio; una nueva pandemia cubrió todos los extremos de la tierra y su alta tasa de contagios elevo las cifras de infectados y muertes en un abrir y cerrar de ojos. El COVID-19 impactó todas las áreas humanas, incluyendo la arquitectura.
El Covid-19 impactó la economía, la vida social, la salud mental, la política y sobre todo la salud física de las personas. En definitiva estos años que han transcurrido luego de que se conocieran las altas cifras de contagio y todas las variantes resultantes del mismo virus, el ser humano ha estado en una constante lucha por sobrevivir y seguir adelante.
En cuanto a la arquitectura, como todas las demás áreas cotidianas del ser humano, tuvo su impacto, y no fue exenta de quedar paralizada ante la pandemia, al igual que el resto de las actividades humanas. Hasta ahora, mucho tiempo después, es que, se están retomando actividades relacionadas con la arquitectura y urbanismo.
Contenido
Impacto del Covid-19 en la arquitectura
Antes del coronavirus la arquitectura y el urbanismo tenían una visión futurista moderna y digital, que buscaba mejorar la calidad de vida del ser humano, crear espacios productivos que mejoraran niveles sociales y empresariales; por lo que, se tenía un espíritu autónomo basado en los Millennials, que buscaban utilizar los espacios para más de una actividad, así que, cada espacio es aprovechado al máximo.
La llegada del Coronavirus a la arquitectura
Los cambios fueron muy notorios, gracias a la digitalización que ya se venía empleando desde hace algún tiempo antes de que se diera lugar la pandemia; la arquitectura se basó en buscar y crear espacios inteligentes para reducir las posibilidades de infección, por lo que muchas funciones se automatizaron para evitar contactos y contagios.
Al principio de todo, el aislamiento social impidió que se pudieran realizar obras, construcciones o cualquier tarea realizada de forma habitual en el urbanismo, y adicional a esto se suspendieron los eventos de celebración, como el bienal de Venecia. Y todo se basó en arquitecturas o edificaciones creadas dentro de la red de salud y atención primaria, por lo que, su cambio fue transcendental, porque todo lo que se construía en los primeros meses de la pandemia era para combatir la enfermedad.
Las viviendas se construían como un refugio antes del coronavirus, con la llegada de él, los apartamentos o casas se comenzaron a ver como un encierro, puesto que todo lo que estaba en tendencia para modernizar y construir tuvo que ser remodificado para conservar las posibilidades de vida; tal que, la arquitectura tiene que mediar entre las necesidades que se tienen en el momento y las que aun no se conocen que puede tener el futuro.
Por ejemplo, con el confinamiento actual se busca realizar espacios donde se pueda tener un mejor bienestar y salud, pues espacios más cómodos y abiertos desde casa, telas y muebles que no puedan albergar suciedad y gérmenes para tener una mejor calidad sanitaria.
En cuanto al área laboral, el teletrabajo obtuvo un aumento significativo a tal punto, que las oficinas se mudaron a espacios donde el sol y el aire libre pueda ser más saludable, o mantener espacios inteligentes donde sensores tecnológicos mantengan un buen flujo de aire y una correcta temperatura con desinfección UV automática para aquellas personas que no puedan tener espacios verdes.
La arquitectura después del Covid-19
Después de tanto tiempo confinados, llego el tiempo en el que todo poco a poco vuelve a su normalidad, o por lo menos se realizan las actividades bajo protocolos de seguridad sanitaria para evitar contagios y crear una mejor sensación de seguridad. Así que, para la arquitectura futurista, se seguirá trabajando con el diseño de viviendas, edificaciones y urbanismo con los principales objetivos de crear espacios donde puedan reunirse multitudes.
Así que, todos los modelos arquitectónicos tienen que ser repensados para crear nuevas normas o maneras de poder albergar distanciamientos y medidas de bioseguridad en todas las ciudades para seguir movilizándose y realizándose las actividades diarias. Y sobre todo, la arquitectura del futuro tiene que pensar en la posibilidad de hacer frente a cualquier otra pandemia que pudiera existir en el porvenir.
La adaptación de la arquitectura a la pandemia
Millones de personas en el mundo estaban acostumbrados a utilizar su hogar en muy pocas horas al día, por lo que las dimensiones y características de las viviendas pasaban desapercibidas debido al poco tiempo disponible para poder disfrutarlo.